viernes, 5 de diciembre de 2014

Adiós.

Quería decirte que te he echado mucho de menos y que me hubiera encantado que nuestra historia no hubiera acabado nunca. Me hubiera encantado poder estar escribiendo una carta para decirte cuanto te quiero y no cuanto te he querido. Pero supongo que la vida es así, las historias empiezan y la mayoría de ellas acaban, mejor o peor, pero acaban. Y la nuestra ha acabado, ya me lo hiciste ver cuando decidiste que era mejor que dejáramos de vernos, así que por favor no me lo pongas tan difícil, sé consecuente con tus decisiones y no vengas a mí cuando me veas como si nada hubiese pasado, como si nunca lo hubiésemos dejado. Ya sabes que me encanta estar contigo, pero no nos trae nada bueno, si se acabó es porque se tenia que acabar, pero del todo.
Me hubiera encantado seguir ahora mismo con aquel hombre del que me enamoré en su día, con esa personalidad arrolladora y esa capacidad de hacerme reír. Me encantaría estar con aquel al que consideraba el hombre perfecto, pero después me dí cuenta que no eras el tipo que yo creía conocer. Y tengo que decirte que si cuando pusimos fin pensé que no eras el hombre que creía, ahora lo tengo claro… Tu actitud en estos últimos meses me ha decepcionado tanto que a veces me pregunto si realmente eres quien yo creía.
Hace tiempo leí un texto con una frase que en los últimos meses, no ha parado de rondar mi cabeza. “No me fui por falta de amor […], me fui por tu falta de amor hacia mi.” Y este adiós está muy motivado por esta frase. Ya me he cansé de tus idas y venidas y de tener la esperanza de que un día me vayas a pedir perdón y me vayas a decir que te has equivocado y no me quieres dejar escapar nunca más. Ya me he cansado de esta relación, si se puede llamar así, que empezamos el día que decidiste que habíamos acabado. Estas idas y venidas sin sentido que están acabando conmigo. Creo que ahí me demuestras tu falta de amor y yo busco algo más, merezco algo más. Así que te escribo para despedirme y para decirte que me voy por tu falta de amor hacia mi.
Te he querido mucho. Te dí todo y renuncié a mucho apostando por algo que pensé que merecía la pena. Porque pensé que tu y yo juntos valíamos más que cualquier cosa. Pero ya me dí cuenta de que me equivocaba. De que cometí un error del que todavía me estoy recuperando.
No quiero que pienses que sólo me quedo con lo malo, te estoy diciendo adiós y las cosas como las pienso pero me quedo con tus enseñanzas, que no son pocas. Me quedo con los recuerdos, que es lo único que de verdad nos pertenece. Con las imágenes y los momentos que nos regalaron esos meses en lo que fuimos tremendamente felices. Me quedo con un trocito de ti, igual que tú siempre tendrás un trocito de mí.
Ya me despido, pero antes me gustaría decirte que espero que llegue el momento en el que los dos lo hayamos superado. Que llegue el momento en el que nos podamos querer de otra manera. Tenernos cariño por todo lo que hemos pasado juntos.
Por último, te quiero pedir que me lo pongas fácil. Me va a costar mucho olvidarme de ti pero por favor, no me lo compliques más. No vuelvas a intentar algo que ya sabemos que va a acabar en fracaso, porque lo mejor es que cada uno sigamos nuestro camino. Te pido que me respetes y que aprendas a quererme como una amiga que siempre estará para lo que necesites.
Espero que seas muy feliz.

martes, 11 de noviembre de 2014

Ilusiones.

El problema es que desde pequeños nos han puesto Disney y hemos visto que el amor es bonito y que no se sufre, que hay unicornios, mariposas, purpurinas y arcoiris, que todos son cosas buenas y que al final siempre vendrá un príncipe a rescatarnos.
El problema llega cuando nos enamoramos de verdad y esperamos todo eso que hemos visto desde pequeñas, pero no llega y nos damos cuenta que en el amor no todo es bonito, que también se sufre, que no hay unicornios, mariposas, purpurinas y arcoiris, que no todo son cosas bonitas y que ningún príncipe viene a rescatarnos, que tenemos que rescatarnos nosotros mismos.
Estar enamorados es bonito, pero si no sueñas demasiado, el problema esta en soñar cosas demasiado lejos de la realidad,cosas que hemos visto desde pequeñas creyendo que todo iba a ser así cuando nos enamoráramos, entonces es cuando vas a estrellarte, y  entérate de que ningún príncipe viene a rescatarte, que quien mejor que tu misma para rescatarte.

viernes, 25 de abril de 2014

Sé que no soy del tipo de persona con la que cualquiera querria pasar su vida entera.

Odio las despedidas. Prefiero una historia inacabada, sin final. Los finales felices son para aquellas personas que no saben disfrutar de la historia. Cuando leo un libro lo primero que leo es el final, para evitar decepciones,  que de eso ya esta llena mi vida.
No quiero regalos, ni palabras bonitas. Solo busco alguien que sea capaz de escribir conmigo una historia sin final. Perderme tanto en la historia que nunca encuentre la salida. Crear un laberinto de complicidad, besos, caricias, abrazos miradas  y orgasmos. La vida es eso perdernos en alguien que no nos deje salir de su vida. Que no se vaya de la nuesta.
Debemos aprender a diferenciar entre la gente que se va porque quiere irse y las que se van porque no sabe como quedarse.

jueves, 24 de abril de 2014

El daño no era tan daño si te tenía.

Juntos eramos un volcán a punto de erosionar. Ahora la lava se ha enfriado tanto que ya no queda nada de todo el calor que fuimos. Podía quedarme horas en ti perdida. Tu mirada. Tus labios. Tu ojos tan oscuros pero tan transparentes al mismo tiempo.
Te puedo prometer que conocerte fue la casualidad mas bonita que me ha podido pasar en la vida. Llegaste en el momento justo para arreglarme, para arreglarnos. Porque a veces las personas estan tan rotas que necesitan que otras le ayuden a encontrar todos sus trozos.  Y ahi estabas tu, en el momento adecuado.
Me subi en esa montaña rusa que eras tu, o éramos,  juntos. Sin límite de velocidad.  Pero quizás debí frenar justo antes de estrellarme. De perderme por completo en ti porque al fin y al cabo, ya solo queda eso, yo perdida en ti pero sin ti.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

En ese momento, habría necesitado a alguien que le aconsejara que no entregara nunca todo su corazón, porque cuando lo hacemos, nos arriesgamos a no poder amar nunca más.


Os hablo en serio. Nunca me gustó criticar a la gente sin saber o sin conocer, pero la verdad es que no puedo negar que si estoy hablando en grupo con mis amigas y una cuenta una historia de, ya sabéis, una amiga de una amiga de su prima que el mismo día que dejó a su novio beso a tres chicos diferentes, yo siempre sería la primera en decir: "¡pues vaya zorrón!".

Pero eso se acabó. Porque si a conocerte le puedo atribuir algo bueno, es que me has cambiado la manera de ver las cosas. Me has hecho aprender. Aprender a base de ostias, lo que se dice un aprendizaje puro y duro. Aprender la cantidad de gilipolleces que uno llega a hacer por amor, lo ciega que te vuelves y lo distintas que ves las cosas a como son en realidad. Estás en tu propio mundo, a tres metros sobre el cielo como dice el libro, pero no te conformas solo con quedar ahí sino que quieres ascender más y más cada vez… Sin ser consciente de que la ostia que te darás al caer luego, será mucho mayor...

Porque todo lo que sube baja, y en este caso lo suele hacer de golpe. Porque las cosas cambian, y nadie nos va a venir a preguntar si queremos que cambien o no. Y porque, ¿para qué nos vamos a engañar? hay demasiado hijo de puta por ahí suelto, gente que ha sentido demasiado y que ahora prefiere no sentir, o gente que ni siquiera ha sentido nunca, ese tipo de gente que si se cruza en tu vida inevitablemente te hará daño. Pero, ¿sabéis qué? No les culpo. Ni les juzgo. Porque si ahora mismo escuchara otra vez la historia de esa chica, en vez de criticarla, la aplaudiría. Porque si yo pudiera elegir, también elegiría no sentir...




No me juzgues a menos que hayas mirado a través de mis ojos, vivido lo que yo he vivido y llorado tanta lágrimas como yo. Hasta entonces no lo hagas, porque si lo haces nunca sabras que oculta mi sonrisa, ni por lo que he pasado.

Busca otro mundo, vive...

No quiero tener una cara bonita, ni curvas que destaquen, ni un cuerpo de un infarto en el que todos los chicos se fijen. He aprendido a aceptar que la curva más bonita de mi cuerpo es la sonrisa, que todos tenemos dias malos pero que por ello no tenemos que dejar de luchar. 
Que por  mucho que digan lo importante esta en el interior, el fisico también tiene su parte importante, aunque eso no quiere decir que lo más importante no sea el interior. 

Me he cansado de que juegen conmigo, de que siempre me elijan como una segunda opción, como la persona que siempre va a estar ahí por mucho daño que le hagan. Yo también me canso de esperar y de querer. Porque ahora no quiero querer ni que me quieran, lo que quiero es buscarme, saber como soy y aprender a estar sola, que en la vida no siempre hay que estar acompañado, que la soledad a veces viene bien, aunque tengamos miedo a quedarnos solos. Que en la vida no todo es tener una pareja, o estar siempre liandonos con alguien, la vida es algo más que eso.
Quiero aprender a vivir dia a dia, sin darle demasiada importancia al pasado, y estar todo el dia pensando en el futuro. Que sabemos lo que estamos haciendo en este mismo instante pero no sabemos lo que nos puede pasar mañana, por eso hay que aprender a disfrutar el momento, a sentirte bien contigo mismo y a que nadie te borre la sonrisa, a salir de los momentos malos más fuerte de lo que eras, a seguir el camino por muchos baches que haya.




Despues de aprender todo esto:

Quiero un amor que me consuma, quiero pasión y aventura e incluso un poco de peligro.

miércoles, 4 de julio de 2012

Un día alguien va a entrar en tu vida y te darás cuenta por qué nunca funcionó con nadie más.

Estoy cansada de amores fallidos, de promesas sin cumplir, de ilusiones que se rompen, de ese incesante ir y venir de gente. Gente que entra y sale de tu vida sin explicación alguna, sin motivo aparente, esa felicidad que te infunde la llegada de alguien a tu vida desaparece en un cerrar y abrir de ojos, en un corto pestañeo cuando esa persona decide marcharse igual que llegó, por sorpresa, sin avisar. 
Promesas incumplidas, sueños compartidos inacabados, de ese siempre juntos que se rompe al cabo de días meses o incluso años.
No busco un príncipe azul, ni un cuento de hadas perfecto, contigo busco algo más que eso. Busco promesas cumplidas, sueños que realizar juntos, no busco decirte para siempre sino tener la certeza de que será duradero, verme reflejada en tu mirada, y ser la causante de tus sonrisas. Quiero una guerra de sentimientos que firmen la paz bajo las sábanas. 
Y como dice la película estar siempre a tres metros sobre el cielo y susurrarte muy bajito al oído que tengo ganas de ti.


Estoy cansada de guardar fotografías de amores acabados, de promesas a la mitad e ilusiones destruidas.