miércoles, 26 de septiembre de 2012

En ese momento, habría necesitado a alguien que le aconsejara que no entregara nunca todo su corazón, porque cuando lo hacemos, nos arriesgamos a no poder amar nunca más.


Os hablo en serio. Nunca me gustó criticar a la gente sin saber o sin conocer, pero la verdad es que no puedo negar que si estoy hablando en grupo con mis amigas y una cuenta una historia de, ya sabéis, una amiga de una amiga de su prima que el mismo día que dejó a su novio beso a tres chicos diferentes, yo siempre sería la primera en decir: "¡pues vaya zorrón!".

Pero eso se acabó. Porque si a conocerte le puedo atribuir algo bueno, es que me has cambiado la manera de ver las cosas. Me has hecho aprender. Aprender a base de ostias, lo que se dice un aprendizaje puro y duro. Aprender la cantidad de gilipolleces que uno llega a hacer por amor, lo ciega que te vuelves y lo distintas que ves las cosas a como son en realidad. Estás en tu propio mundo, a tres metros sobre el cielo como dice el libro, pero no te conformas solo con quedar ahí sino que quieres ascender más y más cada vez… Sin ser consciente de que la ostia que te darás al caer luego, será mucho mayor...

Porque todo lo que sube baja, y en este caso lo suele hacer de golpe. Porque las cosas cambian, y nadie nos va a venir a preguntar si queremos que cambien o no. Y porque, ¿para qué nos vamos a engañar? hay demasiado hijo de puta por ahí suelto, gente que ha sentido demasiado y que ahora prefiere no sentir, o gente que ni siquiera ha sentido nunca, ese tipo de gente que si se cruza en tu vida inevitablemente te hará daño. Pero, ¿sabéis qué? No les culpo. Ni les juzgo. Porque si ahora mismo escuchara otra vez la historia de esa chica, en vez de criticarla, la aplaudiría. Porque si yo pudiera elegir, también elegiría no sentir...




No me juzgues a menos que hayas mirado a través de mis ojos, vivido lo que yo he vivido y llorado tanta lágrimas como yo. Hasta entonces no lo hagas, porque si lo haces nunca sabras que oculta mi sonrisa, ni por lo que he pasado.

Busca otro mundo, vive...

No quiero tener una cara bonita, ni curvas que destaquen, ni un cuerpo de un infarto en el que todos los chicos se fijen. He aprendido a aceptar que la curva más bonita de mi cuerpo es la sonrisa, que todos tenemos dias malos pero que por ello no tenemos que dejar de luchar. 
Que por  mucho que digan lo importante esta en el interior, el fisico también tiene su parte importante, aunque eso no quiere decir que lo más importante no sea el interior. 

Me he cansado de que juegen conmigo, de que siempre me elijan como una segunda opción, como la persona que siempre va a estar ahí por mucho daño que le hagan. Yo también me canso de esperar y de querer. Porque ahora no quiero querer ni que me quieran, lo que quiero es buscarme, saber como soy y aprender a estar sola, que en la vida no siempre hay que estar acompañado, que la soledad a veces viene bien, aunque tengamos miedo a quedarnos solos. Que en la vida no todo es tener una pareja, o estar siempre liandonos con alguien, la vida es algo más que eso.
Quiero aprender a vivir dia a dia, sin darle demasiada importancia al pasado, y estar todo el dia pensando en el futuro. Que sabemos lo que estamos haciendo en este mismo instante pero no sabemos lo que nos puede pasar mañana, por eso hay que aprender a disfrutar el momento, a sentirte bien contigo mismo y a que nadie te borre la sonrisa, a salir de los momentos malos más fuerte de lo que eras, a seguir el camino por muchos baches que haya.




Despues de aprender todo esto:

Quiero un amor que me consuma, quiero pasión y aventura e incluso un poco de peligro.

miércoles, 4 de julio de 2012

Un día alguien va a entrar en tu vida y te darás cuenta por qué nunca funcionó con nadie más.

Estoy cansada de amores fallidos, de promesas sin cumplir, de ilusiones que se rompen, de ese incesante ir y venir de gente. Gente que entra y sale de tu vida sin explicación alguna, sin motivo aparente, esa felicidad que te infunde la llegada de alguien a tu vida desaparece en un cerrar y abrir de ojos, en un corto pestañeo cuando esa persona decide marcharse igual que llegó, por sorpresa, sin avisar. 
Promesas incumplidas, sueños compartidos inacabados, de ese siempre juntos que se rompe al cabo de días meses o incluso años.
No busco un príncipe azul, ni un cuento de hadas perfecto, contigo busco algo más que eso. Busco promesas cumplidas, sueños que realizar juntos, no busco decirte para siempre sino tener la certeza de que será duradero, verme reflejada en tu mirada, y ser la causante de tus sonrisas. Quiero una guerra de sentimientos que firmen la paz bajo las sábanas. 
Y como dice la película estar siempre a tres metros sobre el cielo y susurrarte muy bajito al oído que tengo ganas de ti.


Estoy cansada de guardar fotografías de amores acabados, de promesas a la mitad e ilusiones destruidas.

viernes, 18 de mayo de 2012

Morir lentamente.

Dime que estás cansada de luchar; de ver como la vida pasa a tu vera mientras tú sigues allí, inmóvil como un ser inanimado, sin vida.
Dime que estás cansada de llorar, chillar, sufrir... Y hacerlo sola, en silencio. Intentando hallar todo aquello que no eres sustentándote en un mundo que te promete felicidad eterna, que te hechiza, pero que te roba lo más importante de ti: tu persona, tu vida.
Dime que esto es demasiado para ti. Que te parece que nunca vas a poder salir de este laberinto donde te encuentras perdida y sola. Que a veces, la soledad llega a ser tan fuerte que te cuestionas si vale la pena seguir o dejarse vencer.
Dime que estás cansada de todo esto y muchos más pensamientos y sentimientos que transitan en tu mente a una velocidad acelerada.
Más no me digas: "¡No puedo, esto es superior a mi, me rindo!", porque aquí te equivocas, no te creo, porque querer es poder. No lo dudes.
Quizá mi vida no es otra cosa que un complejo de líneas perfectas, de trazo preciso y exigencia sobre mi persona. Quizá aún no soy la persona fuerte que esperaba encontrar. Quizá, aún no he terminado (del todo) de pasar página de un pasado manchado de dolor y pintado con una paleta de matices grises y negros. Quizá, hoy aún existe el miedo, la tristeza, el dolor, la rabia... Pero a pesar de todo... Hoy he aprendido que dichos sentimientos no van a desaparecer por más comida que restrinja o por más autolesiones con las que me castigue. El secreto está en relativizarlas y encontrar otros modos de expresión. Mi rabia, tristeza o dolor hoy se manifiestan en lágrimas, en mis escritos, en paseos en la playa o en la música. A veces, las teclas de mi piano suenan al ritmo de las últimas composiciones de Beethoven (frenéticas, perturbadas, irritadas...) y otras, llegan a oírse tan dulces y plácidas como la pimavera de Vivaldi.
No soy la niña abierta y bonita que visualizaba en mis sueños cada noche al cerrar los ojos; la misma con la que me evadía durante el día; la personificación de un yo antagónico, rival a mi persona. Pero hoy me levanto por la mañana y cuando abro los ojos mi pensamiento no es aquel "ojalá nunca hubiera despertado", sino que quizá se asemeja más a un "tengo sueño, quiero dormir", pero la vida sigue y el día me espera.
Sigo siendo tímida, me cuesta relacionarme con los demás. Pero no tengo necesidad de andar por la calle con la cabeza agachada, de esconderme de la gente... Porque como alguien me dijo una vez, no soy nadie de quien avergonzarme.
Mi vida no es perfecta, pero del mismo modo que no lo es para nadie. Hay días en que parece que todo te sale bien, que eres capaz de tocar las estrella con la palma de tu mano, pero también existen días en los que te sientes cansada, triste...
Hoy he aprendido que hay pensamientos que no puedes extirpar de tu mente, porque no existen borradores mágicos; aún así, en esos momentos donde de nuevo me pregunto si seguir adelante o volver atrás, pienso en todo el camino recorrido, en las personas que me quieren y a quienes les importo. Y entonces, me doy cuenta que no necesito ninguna balanza para sospesar qué pesa más; la respuesta es muy clara.
No me considero una persona especial ni distinta al resto, me siento una más, simplemente. Aún así soy consciente de mis puntos débiles, de la facilidad en que las cuerdas que sustentan mi vida pueden romperse. Por eso, lucho día tras día y me esfuerzo para que mi vida siga su rumbo y no se pierda de nuevo. Hoy me he dado cuenta que convivir sin confianza, odiándote a ti misma es como navegar sin velas, pues nunca acabas de conocer la dirección exacta del viento ajeno. De que la vida depende de cómo posamos el pie en este mundo y sí, aprendemos caminando, porque el objetivo y el secreto están en ser tu mismo, en construirte. Quizá por eso y a pesar de mi perfeccionismo, hoy cojo mi vida y la desordeno, como un niño a quien le regalan un puzzle de centenares de piezas que no encajan, pero que cada pieza es especial y distinta a las demás. Cada una de ellas destapa una nueva ilusión, un deseo que cumplir, un sueño hecho realidad, una amistad verdadera... Un futuro que por primera vez en mi vida y después de muchos años abre al final de su sendero la luz; un rasgo de cielo azul al que me lanzo.
Ahora y después de esto, no me digas que no puedes, dime si acaso, no quiero, porque como te dije, poder es querer y porque nada es igual según las retinas que lo avisten.






No solo respirar es vivir...

Cuando más creo conocer a las personas de repente, algo falla en algo creo equivocarme porque  se van, se alejan,  salen de mi vida dando a una patada a lo que pensaba conocer de ellos. Es una historia repetible e interminable, una y otra vez ocurre sin que yo pueda evitarlo o hacer nada. Y entonces dejan ese hueco que tenia para ellos en mi corazón vacío se llevan todo lo que lo formaba, como cuando te mudas y te llevas todos los muebles de una casa y esta se queda vacía y sola, un hueco que ya no tiene sentido estar en el,  así se queda mi corazón después de que alguien se marche de el. 
Quedan recuerdos que un día te hicieron feliz, pero ya  no es suficiente solo eso , porque ahora provocan tus lagrimas, lágrimas que aguanta tu almohada, noche tras noche, día tras día o incluso hora tras hora.
Lágrimas que no quitan el dolor, ni el vacio.



Sometimes, I just wanna disappear and see if anyone would miss me.

martes, 15 de mayo de 2012

Si dejara todo ir lentamente quizás las cosas serían más sencillas...

Sigo confiando en que todo esto valga de algo, en que tan solo sea una racha..Pero ya no sé, no sé qué creer o qué pensar, no eres la primera persona que me deja atrás.. Por saber no sé cómo sentirme, es como si todo lo que hubiéramos hecho juntos se esfumase con el aire, como si todas las promesas, las palabras bonitas ya no sirviesen de nada, será porque eran eso, palabras que vienen y van, palabras nómadas que no supimos fijar.Veo cómo haces tus pasos empeñado en seguir otro camino, como parece ser que no quieres que te acompañe y yo sigo sin saber el motivo. Pero ¿sabes? Una se cansa..se cansa y mucho.
Miro atrás y solo veo sonrisas dulces, sonrisas efusivas y encantadoras y ahora, ahora no me queda nada de eso; miro y veo amigos, gente con la que contar, personas a las que querer como hermanos y ahora, ahora solo veo el rastro de sangre que dejó mi corazón tras las mentiras del pasado. Y ya ni siento ni padezco, y ya no pienso, solo me voy quedando atrás con los recuerdos para poder revivirlos uno a uno y saber echarlos de menos a ellos y a ti, que sospecho no tardarás mucho en romper esas promesas que un día me hiciste ¿o es que ya quedaron olvidadas?
Creo que es una sensación de impotencia lo suficientemente desagradable como para desgarrar el alma a la más fría persona, ver como alguien que fue y es muy importante para ti se va, se va y tu te quedas mirando cómo lo hace, poniéndole excusas para retenerle sin que sirvan de nada, preguntándote qué hiciste mal, sin saber donde se quedaron los recuerdos de la amistad y las promesas, sin explicarte por qué tanta gente se fue y ahora que te necesito tu también te marchas...






Voy sintiendo que doy y doy y no recibo, al menos no tanto como lo que doy... Y me siento una estúpida, sabiendo que no te lo haré pagar, que las cosas seguirán así hasta que tú decidas porque soy la imbécil de siempre que no sabe mirar por su bien y que solo es capaz de caminar sobre alambres de espinos, sabiendo que dolerá y continuando su camino.
En fin, me quedaron muchas cosas por decirte, espero que algun día te des cuenta de algo aunque quizá para entonces ya no sea la pobre imbecil que hoy soy, quizá para entonces habré madurado a golpes...

lunes, 14 de mayo de 2012

Momentos refugiados contra el olvido...

Miremos más allá de un Lunes, más allá de un Miércoles o de un Viernes. Olvidemos el tiempo y el lugar, olvidemos las circunstancias, y olvidemos todo lo vivido. Olvida el día en el que me conociste o en el que me dejaste atrás. No puedo hacer nada por cambiar el pasado,ni yo, ni tú, ni nadie. Nadie puede hacer que pase un Lunes más rápido, nadie puede sonreír si no hay motivos para hacerlo...


Las semanas pasan, los meses también, y con ellos el tiempo. Ni el tiempo, ni nadie te va a esperar nunca, ni tú a mi, ni yo a ti. ¿Entonces que harás? ¿Esperarás que pasen mil trenes por delante de ti, te subirás al tren equivocado, o simplemente cambiarás de vagón para no encontrarte jamás con ese rostro? Las oportunidades no regresan, quizás hoy te quiero, y mañana también, pero igual un poco menos, y cada día menos… Ahora que has olvidado todo, recuerda, recuerda las sonrisas y recuerda también el daño que nos hicimos y el que nos hemos hecho. Recuerda todos los malos momentos y coge y pégate mil golpes contra la pared. ¿Te sientes aliviado? ¿O por fin te diste cuenta que por mucho que hagas el pasado no va a cambiar?

Si esperas que podamos volver atrás y cambiar todos nuestros errores, se te pasará el tiempo sin confiar en ti. No podemos cambiar el pasado, pero si podemos vivir el presente y así cambiar nuestro futuro. ¿Además, donde estaría la gracia de la vida, si nadie cometiera errores? No nos haríamos daño los unos a los otros, nadie sufriría, y bla bla bla, más excusas. La vida es caer mil veces, y poder levantarte mil y una. La vida es tropezar y ayudar al de al lado a levantarse, la vida es arriesgar y perder, la vida es arriesgar y ganar. ¿Sabes? Siempre he soñado con poder volar lejos, poder irme de aquí y no pensar en ti, no verte. No puedo verte en sus labios, ni puedo pensar que vas a tener de ella lo mismo que tienes de mi, no puedo pensar que vas a ser uno con otra...




¿Me acompañas? Vámonos lejos de todos, lejos del mundo y de ella. Quiero volar y sentir la libertad en mi pecho, pero no quiero volar sin que nadie me agarre la mano fuerte, no puedo volar sin la seguridad de saber, que si caigo, tú estarás ahí . ¿Y después de todo, te acuerdas de todo lo malo? ¿O simplemente estas deseando volar?

jueves, 10 de mayo de 2012

Tempus fugit irreparabile.

De vez en cuando necesitamos un día. Un día para llorar, para gritar, para odiar y querer al mundo a la vez. Para pensar en lo que ya no está y en todo lo que hemos conseguido. En que el parte ya no dará más tormentas. Un día para coger todo el aire que podamos y respirar muy muy profundo, para preparar cada pequeño cambio en nuestra vida... Y no sé hacia dónde voy, nunca lo sé. Lo que sí sé es que mejor sola que mal acompañada. Aunque a veces tenga la sensación de que todo se desmorone alrededor. Aunque quiera salir corriendo algunos días sólo para asegurarme de que realmente quiero regresar.

Siempre es más fácil hablar de las cosas que vuelven nuestros días de colores sombríos y tristes. Hablar de la lluvia que nos cala los pies y nos mete ese frío desgarrador en el cuerpo, ese que no sale aunque nos arropemos hasta casi no respirar. Es más fácil llorar las palabras, para ver si de alguna forma nos quedamos secos de una vez, para ver si podemos reparar todas las goteras de nuestra cabeza. Pero, ¿y la felicidad? Los días que vuelan porque cada segundo es perfecto. De esos días es más difícil hablar, quizá porque pasan tan pocas veces que preferimos aprovecharlos y dejar el recuerdo guardado bajo llave, por si algún día se vuelve en nuestra contra
.








Queda tanto por delante, escucha a tu corazón...

domingo, 6 de mayo de 2012

The time doesn't heal the wounds

- ''El tiempo lo cura todo''- habremos oido mil veces esa frase, se la habremos dicho a otras personas, nos la habrán dicho a nosotros, o incluso nosotros mismos nos la hemos repetido en más de una ocasión. Pero hoy , despues de dos años me he dado cuenta de la gran mentira que es esa frase, el tiempo no cura las heridas, porque después de estos años has vuelto a mi, a mi vida, a mi mente y a mis ganas.
Has aparecido en mi vida sin avisar, ese dia que nos encontramos de frente y me dijistes ''hola'' mi corazón se paró y desde entonces has invadido mi mente sin previo aviso ocupando mis pensamientos la mayor parte del tiempo, y desde entonces tengo ganas de repetir todo lo que viví contigo, de besarte de abrazarte, de sentirme protegida en tus brazos.



Has roto de una patada la cerradura del baul en el que te tenía guardado en mi corazón, y has vuelto a abrir la herida que dejaste en mi.

viernes, 6 de abril de 2012

La primavera se desviste sólo con mirarte.

Y tras el Febrero más largo de mi vida, llega Marzo. Tras un Invierno frío, llegas tú. Tú, y la sensación de que algo vuelve a empezar, tú, y saber que la Primavera está más cerca. Que con el tiempo acabas aprendiendo que no importan las veces que te caigas ni las veces que no quieras levantarte, porque lo único de lo que te acordarás serán de las cosas buenas.

Así que ven, que voy a liarme el puto Invierno, a prensarlo bien y fumármelo sin filtro. Ven, porque vamos a jugar a todo lo que esté prohibido, a hacer todo lo imposible para que seamos posibles. Hablar de más, pero esta vez para hacerlo de verdad. Que somos dos, que nos sobran los motivos y que no necesitamos que nadie lo entienda. Que aún quedan un millón de preguntas por resolver, pero toda una historia a punto de empezar. Y puestos a empezar, que sea por tus ojos verdes. Que volvemos a ser dos. Que volvemos a sumar 14. Y eso es suficiente.

domingo, 1 de abril de 2012

Without pain, without sacrifice,we would have nothing...

Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el dearriesgar al máximo con los bordillos de las acerasEl de querer a alguien al límite. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. Pero sobre todo, mi mayor vicio es el de sacar el lado bueno de todo; y sí, sé que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas 'pasen por alto', hacer la vista gorda. Lo siento, se que he dicho que tengo vicios, pero no problemas. Ahora piensa lo que quieras.

domingo, 25 de marzo de 2012

Aprendí a quererte una vez, y quizás a atreverme a enamorarme de ti y, ahora, ¿qué ?

Me callo cuando estoy afectada, porqué hay veces que el silencio es el grito más alto.
Recuerdo, como solías recordarme que estaríamos siempre juntos. Hoy, esas promesas quedan atrás, contigo.
Supongo que el mayor error que he cometido en la vida, es dejar que alguien se quede en mi vida mucho más tiempo del que se merece.
Al fin y al cabo nunca estuvimos juntos, pero tampoco separados y he de admitir que todo es más difícil si no estás. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

Desde pequeña siempre he sabido que mis padres eran unos super héroes. Ellos nunca lo han sabido. Yo nunca se lo dije.

Es algo que me persigue años atrás, mi gran defecto, mi enorme fallo, pensar que cambiará, es algo que no me deja pensar, me quita el sueño porque sé que esta culpa no cesará.
Quiero hacer las cosas bien de una vez, dejar de sentirme culpable, ha pasado demasiado tiempo, ahora las cosas van a cambiar.
Mi familia, lo que más quiero, a veces, lo que menos aprecio. Tengo que dejarlo, quiero deciros que...
Perdón por ser así, por no saber actuar bien, por contestar de esa manera tan horrible. Mamá, perdón. Por no saber parar a tiempo y razonar, por las palabras que te di en esos momentos. Papá, perdón. Por no cesar, y reaccionar así, de veras, juro que quiero cambiar, pero no puedo aunque yo quiera, lo siento, ya no sé qué hacer, os quiero pero, no sé demostrároslo, joder.
¿Por qué no puedo ser con vosotros como quisiera? No dejo de haceros daño con esta forma de ser. Me duele tanto el hecho de notar como me largo y dejo un silencio que rompe vuestro corazón, tal vez. Quisiera que supierais que siempre he querido estar a vuestro lado, y abrazaros y deciros cuánto os quiero. No sé pedir perdón de otra manera y ojalá que con el tiempo todo cambie, porque es todo lo que espero.
Perdón, por ser la culpable de muchas lágrimas, de no contaros nada en más de alguna ocasión. Perdón, por no guardar aquel secreto y confiar en alguien más, lo siento, fue una equivocación.
Nunca quise fallaros, lo juro, pero caí, y a pesar de haceros daño siempre estuvisteis ahí. Perdón, es algo que me persigue y yo no consigo deshacerme del demonio que vive dentro de mí.
Perdón, sé que os habré fallado alguna vez, pero no puedo volver para sanar el error, es una parte de mí que no valora ese amor que me dais, y aunque lo intente no puedo hacerlo mejor.
Perdón, por refugiarme siempre en mi cabeza y no contar con vuestro apoyo por miedo a no hacerlo bien, lo siento, ya no sé qué hacer, es una lucha persistente contra mi maldito parecer.
He cerrado tantas veces esa puerta y me he largado, con el corazón en la garganta, apenas sin pensarlo, con el portazo en la mente, y tan consciente de mis actos, que mi castigo es ser yo cuando trato de evitarlo.
He causado tantas cosas negativas a vosotros, y a la gente que esperaba que actuara diferente, y tan pendiente de no hacer las cosas mal, que era imposible que al final todo pasara, y me tacharan de imprudente.
He pensado tantas veces en cambiar radicalmente, mi camino y mi destino, quizá para ser más fuerte, pero miento cuando quiero conseguirlo, porque intento que mis ojos nunca miren lo que en realidad es cierto.
Disculpa mis palabras cada vez que te ofendí, discúlpame aquel día cuando me alejé de ti, perdóname mamá, papá, hermano, supongo que éste es el precio a pagar por ser humano.
A veces, es difícil expresar lo que uno realmente siente, me resulta complicado expresar este nudo en la garganta. Soy consciente de que mis palabras hacen daño,lo sé, la primera que lo nota soy yo. Pero voy a cambiar, por mí y por vosotros. Ésta es mi manera de explicaros cómo soy.

jueves, 8 de marzo de 2012

Imaginar es el paso previo a crear la realidad...

-Se supone que se trata de eso ¿no? De que todo en la vida es rutina, y en esa rutina diaria es en la que cada uno decide su camino. Y eso significa equivocarse, significa caer y significa el esfuerzo de levantarse. Significa darnos cuenta de nuestros errores, darnos cuenta de que toda accion trae consecuencias. Significa echar de menos cosas que ya no tenemos, significa querer volver atrás para arreglar asuntos pendientes, significa arrepentimientos por cosas que hicimos, pero sobre todo por las que no hicimos. Significa querer cambiar, significa odiar esa rutina llena de tantas cosas negativas, significa querer irse lejos. Significa no haber luchado, significa que otras personas te decepcionen, significa que tú te decepciones a ti misma.
-No existe el olvido, no se puede olvidar a una persona o un hecho, simplemente, se supera. Superas relaciones, superas miedos, superas perdidas, superas heridas, continuamente superamos cosas, pero no las olvidamos. No desaparecen de un día para el otro ni de un año a otro de nuestra mente, simplemente comenzamos a darle importancia a otras cosas u otras personas que nos van alejando de lo que nos causa daño hasta que logramos que no nos afecten más.Es una cuestión más que nada, de tiempo...

miércoles, 29 de febrero de 2012

Lléname la vida de mil cosas bonitas.


Si quieres te cedo mi cuarto y nos quedamos a vivir en él para siempre, cosemos sueño tras sueño en las paredes y nos inventamos colores para desdibujarnos. Escondemos besos en los rincones de mi cama y pasamos el resto de nuestra vida buscándolos. Podemos hacer el amor hasta cansarnos, si es que de hacerte el amor hay alguien que se pueda cansar. Podemos matarnos a orgasmos y revivirnos con te quieros; y para vivir, podemos dejar que el aire viva de nosotros.

Te puedes aburrir de estar encerrado, lo entiendo. Entonces saldremos al bar más cutre de la ciudad, diré que no te conozco y harás como que no me conoces. Te tocaré el culo, te susurraré lo sexy que le quedas a tus vaqueros y las ganas que tengo de quitártelos y entonces dejaré que te mate la urgencia por llegar a nuestro cuarto, coger los sueños que cosimos y atrancar la puerta con ellos. Buscaremos los besos y esconderemos unos nuevos para dejar que nos maten los orgasmos. Y sobre todo, que no lo olvides, algún día todo esto dejará de estar escrito en futuro.

lunes, 20 de febrero de 2012

Que caro es el tiempo...

Algún día te tocará llevarte esas lecciones de la vida. Te darás cuenta de que el amor no es promesa si no hechos, y que no puedes fiarte de nadie, que también los más queridos fallan alguna vez. Sabrás que sin esfuerzo no se llega a ningún sitio y que luchar siempre es posible. Que soñar es el mejor regalo del mundo y que los sueños están para cumplirlos, llamemos los pilares de la vida, los que nos hacen tener esperanza e ilusión, pero también tendrás que saber que esos sueños se pueden romper, irse, y tendrás que empezar de cero. Tendrás que saber que no siempre irá bien y que tendrás que dejar la piel por vivir la vida. Que no existe la distancia si el recuerdo sigue vivo. Tendrás que creer en algo, y que mejor que creer en ti mismo. Sin que te importe los comentarios de la gente. Tendrás que saber que nunca te llegarás a conocer a ti mismo, y que te costará mucho esfuerzo llegar a ser quien quieres ser y que el tiempo es muy corto. Y sobre todo, tendrás que saber llevarle el ritmo a este ilógico planeta, porque no se parará por ninguno de tus problemas. Y, ¿sabes? Entonces de darás cuenta de todo lo que vales y de lo fuerte que te hace la vida... 

domingo, 19 de febrero de 2012

Y a deshoras, sale un sol alumbrando una esquina y alegrándome el día.

Cuatro lágrimas por cada dos sonrisas.Alguien me dijo que 'los días hay que pasarlos entre sonrisas' y 365, dan para muchas.
Que llorar no es malo y sonreír nunca está de más, que le follen al mal tiempo; voy a ponerle buenas caras.
Que si tú pasas, yo paso y en paz.
Por mí, por lo míos; por todas las decepciones y jodiendas que aún no han venido y por las pequeñas cosas y detalles que me sacan una sonrisa cuando está más nublado.
Recibir los buenos momentos con los brazos abiertos y no dejar que los jodan los malos.
Vivir el presente, pasar del pasado y no pensar en el futuro; al menos no mucho. 'Y sí...';dos palabras, que juntas llegan a doler tanto muchas veces... Claro que podrían haber pasado mil cosas, en parte es lo que me jode, saber que podrían haber sucedido y no ha sido así; pero eh, tengo 17 y una vida por delante, no contigo o quizás... dé todo un giro de 180 grados y nos brinde otra oportunidad, quién sabe.
Que si no es contigo, será con otro. Para llegar a la cima, hay que tropezar y resbalar mil veces.La espera duele y según dicen...todo lo bueno tarda en llegar, pero puesto a que la felicidad no tiene precio; creo que merecerá la pena esperar, que aún hay tiempo.
Yo,conmigo y con alguien buscándome a saber dónde; todo se encuentra cuando deja de buscarse.
Mientras tanto... a aguantar el tipo, con la cabeza alta y con las mil cicatrices como tatuajes recordándome todo lo que superé.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Y con el tiempo...

Hay un punto en la vida en la que miras hacia atrás, y te das cuenta de que lo que queda hoy, son los recuerdos. He tenido momentos malos, buenos, peores y mejores y siempre intento quedarme con el mejor granito que hay de ese montón de años. Ahora, es cuando reflexionas tumbada en la cama, mirando a la nada, si todo lo que has vivido vale la pena... Yo creo que sí. Cada momento es tiempo para aprender, aprender que antes de un llanto vino una risa, de aquellas amistades que iban a ser eternas tal vez no pueden serlo, de las salidas y las risas, de aquellos sueños que teníamos de niños, de las peleas, las reconciliaciones, de las canciones con las que lloramos y con las que nos quedamos sin voz, el presente que nos hemos ganado... Son cosas que en el momento no se aprecian tanto como con el paso del tiempo. Por eso no hay que dejar que un recuerdo te atormente y hay que mirar el lado positivo de las cosas, porque lo que vivimos no se va a repetir dos veces.
Quiere cuando tengas a quien querer, llora cuando tengas motivos para hacerlo, ríe cuando estés feliz, salta cuando haya un charco, mójate en la lluvia, sácale una sonrisa la gente, abraza, perdona a quien se arrepiente, ayuda a quien lo necesite, haz reír a alguien que esté triste, grita, abre nuevas puertas, acepta que otras se cierran, la gente cambia, las oportunidades vuelan...
Y por último, piensa que puedes sentirte solo y estar en medio de un millón de personas, puedes gritar y que nadie te oiga, o preguntar y que nadie te conteste. Querer y no tener, luchar y no conseguir, pelear y no ganar, dar y no recibir. Pero... ¿Sabes qué? Habrá otros momentos en que estés solo pero te sientas rodeado de mil personas que te quieren. Sin decir nada, alguien sabrá que las cosas no van bien. Sin preguntar te dirán lo que necesites oir, conseguirás cosas sin luchar, sobre todo aquellas que no quieras pero ganarás batallas sin dejarte la piel en el camino. Recibirás sin tener que dar nada a cambio. Y después de todo esto, alguien te enseñará que el único truco que sirve es seguir y sonreir pase lo que pase...

sábado, 4 de febrero de 2012

Pequeña conversación entre la razón y el corazón.

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo? Si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando o las heridas no se van cerrando, ¿cuántas cosas cambiarían?

Sin embargo, un buen día, quizás el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que esta vivo y que va a dar pelea y es ahí cuando tu corazón se rebela, y quiere demostrar lo que en realidad siente, eso que tu cabeza le hizo guardar y es ahí cuando comienza una terrible guerra entre la razón y el sentimiento y quién sabe que es lo que realmente vale más, porque la razón piensa:

“¡Otra vez no! ¿Acaso no te acuerdas del tiempo que te costó volver a ponerte en pie? ¿No te acuerdas de esas noches sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas? ¿Quieres realmente volver a vivir todo eso? O ahora que ya estás de pie, ¿no sería mejor que anduvieras por otros caminos?

Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras y ¿te vas a crear un problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña?
¡Piensa! ¡No te equivoques! Una vez creiste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos.. ¿Crees que vale la pena?
Haz lo que te digo, no existen los amores eternos y, seguramente, todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar."


Y se hace un silencio eterno...


El corazón, aturdido por las palabras de la razón, se queda sin aliento, pero después de un rato pensando, donde la razón ya creía tener ganada la partida, el corazón replica:

“No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero si sé que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan y, pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y vacío que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor.
Pobre de quien, teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir.

Porque el amor no solo es alegría, no solo es paz y ternura. El amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno... La verdad es que no sé que pesa más, si la razón o el sentimiento.
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin alma.
Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente. Le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama. Lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que, por rencor o desconsuelo, no sea capaz de tomar a la persona que ama y gritarle a todo el mundo que por ella daría la vida.

Y, por último, otra cosa que tengo bien clara es que el que se enamora soy yo, el amor se siente con el corazón, no con la cabeza.”


Y se volvió a hacer el silencio, sin mediar palabra... 



P.D: no es escrito por mi. 
Gracias por leerme :3

Al fin y al cabo, y muy a mi pesar... soy humana.

Yo no sé abrirme y decir todo lo que siento, no sé bajar mi pequeña muralla y dejar entrar a la gente con rapidez, me cuesta bastante confiar en la gente nueva.
No soy una chica fácil de comprender, tampoco soy la mejor y tampoco soy buena en lo que hago, al menos no tanto como lo intento.
No soy de esa clase de personas que se dejan conocer... Que, ¿por qué? A pesar de mi corta edad, no he tenido una buena vida precisamente.
Tengo miedo. Miedo de sufrir continuamente.

Lo he pasado bastante mal este último año y no me quedan más lágrimas que derramar por ahora, a pesar de que alguna se siga resistiendo a caer lentamente sobre mi mejilla.

Tengo mis momentos; puedo estar muy bien ahora y a los dos segundos estar hecha una mierda.
La respuesta es sencilla, los recuerdos están clavados y cuando los toco, la herida sangra.

Yo no quiero hacer daño a nadie, prefiero sufrir yo antes que lo haga cualquier otra persona, siempre ha sido así y no creo que sea algo que pueda cambiar con el paso del tiempo. Igual parece que no para los que me conocen muy poco, pero para los que me conocen de verdad, saben que pienso muy poco en mí.

Soy de esas que se comen la cabeza con pensamientos sin sentido y no para de llorar cuando ve que las cosas se tuercen... Algunos pueden decir que soy de lágrima fácil, pero se equivocan, aparento ser fuerte, nadie me ve llorar a no ser que no aguante más realmente, que esté cansada de fingir tontamente y de que todo siempre vaya mal y que, cuando algo parece que va a ir bien, nunca se sabe qué pasa, pero se acaba jodiendo.

No existe una época en la que pueda ser feliz más de dos meses. Parece un chiste. ¿Acaso he de estar continuamente mal en mi vida? ¿Acaso no me merezco tener algo de esa preciada felicidad por un tiempo más?

...Quizás no...

Sigo teniendo un pequeño corazón que late y que sufre, también siento un agujero en el estómago cuando algo va mal, lloro con una anécdota triste, me recorre ese dulce hormigueo si tocas mi piel...

viernes, 27 de enero de 2012

Voy a volar alto, donde nunca me dejaste ir.

Mi cabeza está en todas partes menos conmigo, con el corazón revolucionado a mil por hora, pero con los pies en el suelo.
Sé que aún tengo mis alas, sé que sigo siendo la misma tía llorona y más blanda que el osito de Mimosín, por mucha coraza que me invente; pero aún no ha llegado la persona que rompa con ella. También sé que sigo llevando a muchas personas dentro, que se fueron, que no merecen ese hueco.Pero no puedo controlar eso; no controlo los recuerdos, ni los sentimientos, ni puedo controlar el pasado, porque es eso, pasado. Cojo aire y trago saliva, saliva y errores con sus respectivas consecuencias.
Aprendí a asumirlos, a retirarme y a rendirme cuando ya no tenía más que hacer.Derroté y me derrotaron.Fallé, me fallaron e incluso aún me sigo fallando yo.
De los errores se aprende, sí, pero la vez número 50 de haber cometido el mismo.
Muchas veces uno mismo es su propio error, su propio problema, su propia putada y su propio amor.
Fuí (y soy) mi propio error cuando no me valoré lo suficiente y dejé que me tiraran por tierra, fuí mi propio problema cuando me abandoné y no puse de mi parte por levantarme y tampoco dejé que me ayudaran, fuí mi propia putada cuando perdí tantas cosas, incluso me perdí a mi misma por algo y alguien que no merecía la pena y fuí mi propio amor, cuando descubrí que nadie me va a querer, que nadie va a mirar por mí y que nadie va a tirar p'alante, mejor que yo misma y cambié el chip.
Que yo soy mis propias alas; como también soy mi propia derrota y mi peor enemiga.Y que ese alguien "especial", será la pieza para completar mi puzzle, aunque no me sienta completamente incompleta por ésta, al menos...por ahora.
Me estamparé, me caeré y me partiré la cabeza, el alma y el corazón con la misma puta piedra 50 veces, pero ella no podrá más que yo.

martes, 24 de enero de 2012

"No puedo más".

Creo que lo he dicho ya tantas veces que ha perdido su significado para mí. Siempre creo que no puedo más, que la vida no puede pegarme más duro y en ese momento, me hundo un poco más.
Realmente no puedo decir que nunca haya salido a flote, porque las heridas siempre dejan cicatrices en el alma. Y hoy es uno de esos días en que las ves y recuerdas cómo se abrieron, cuanto dolieron y buscas, como cada vez que sientes ese nudo en la garganta, a esa odiada soledad que parece perseguirte vayas donde vayas.
Me miro en un espejo de una casa vacía, de una casa que ya jamás volverá a ser la mía, ya jamás volverá a ser "mi hogar" y no me reconozco. No encuentro a aquella niña que soñaba, ya no encuentro a aquella que era feliz simplemente escuchando "si me das un beso, te doy una cosa". ¿Dónde perdí aquella inocencia? ¿Por qué no puede volver? Sentarme en este cuarto, en tu lado de la cama, donde tú siempre dormiste y echarte de menos, pensar que ya no está tu ropa, que ya no puedo olerte y que lo único que me queda de ti es una fría lápida.
No sé si realmente lloro por esto o me excuso a mí misma por ser infeliz sin tener derecho a serlo.
En este momento no quiero oír voces, ni quiero un abrazo, tan sólo quiero escuchar el sonido de las teclas mientras se consume el cigarro que también consume mi ansiedad. Ahora, quiero que desparezca esta persona a la que no conozco o tal vez conozca demasiado bien y por eso odio.
Suplico a Dios que pare de apretarme si no me va a ahogar, que mi alrededor deje de buscarme, de tratar de encontrarme y de hacerme sentir mal por querer abandonarlo todo en estos momentos.
Busco las razones en mi alma, en mi pecho, en mi cabeza, pero sólo encuentro el vacío de este cuarto, de esta casa que está demasiado llena de la nada de todo lo que antes fue, de lo que pudo ser y nunca será.
Quiero seguir escribiendo y no encuentro palabras, quiero dejar de llorar y no encuentro consuelo, quiero, quiero, quiero, quiero. Lo necesito, en realidad.
Escupo palabras mezcladas con la sangre contaminada que corre por mis venas, La sangre que ahora se siente obligada a vivir, Intentando convencerse a sí misma de que el motivo merece la pena, Pero a veces asaltan las dudas cuando no eres capaz de respirar el aire que te ofrece el mundo que un día amaste.
Me he silenciado el corazón tantas veces que, en este preciso instante, parece incapaz de gritar, como siempre lo hizo, parece querer escaparse de mi cuerpo.

Sigo la lucha, con dolor en el pecho. Porque peleo con el corazón, y aun queda trecho.

He cambiado tanto en todo este tiempo que duele hasta reconocerlo. Es una sensación de vacío que me come por dentro, es tener demasiada gente alrededor y ahogarte en tu soledad. Es estar en silencio mientras todos hablan, es derramar lágrimas cuando piensas que ya no te quedaba ninguna. Es morir en cada minuto, sufrir en silencio, y a veces, gritar de dolor. Encerrarte en tus pensamientos para no molestar a nadie. Y no hacer nada de ruido, no vaya a ser que se enfaden. Me escondo entre grietas y procuro no salir, para que nadie me encuentre. Pero a veces, mis llantos me delatan y la gente viene a ver qué pasa, aunque realmente no darían una mierda por intentar arreglarme. Estoy rota y no tengo reparación, soy como ese muñeco defectuoso que acaba en un contenedor porque nadie lo quiere. Soy la comida que menos te gusta y ese programa con el que siempre cambias de canal cuando lo echan. La canción que borras del Itunes o simplemente te la saltas cuando sale en aleatorio. Soy un montón de sueños rotos, desesperanzas y fracasos. No valgo nada, ni nunca lo valdré, pero vivo con ello porque es lo que me ha tocado. Vivo callada y sin remedio. Vivo esperando a que alguien me intente arreglar, aunque realmente tengo asimilado que nunca tendré reparo.

lunes, 23 de enero de 2012

El destino baraja las cartas, tú las juegas.

Perder el miedo y volver a caer. Ilusionarse y romperse de nuevo.
Casi todas las veces ocurre lo mismo y aunque cansa, la vida se basa en ello; caer y levantarse, ganar, perder, derrotas y victorias, idas, venidas, pérdidas y encuentros.
La putada es que es tan constante, que yo ya siento que la mayoría de tiempo, es diciembre por dentro.
No existen fechas de caducidad para los sentimientos y tampoco se pueden quemar los recuerdos. Putada por una parte, pero creo que por otra es mejor, al fin y al cabo es lo que te hace fuerte.
A veces perdono, pero nunca olvido. Siempre hay una primera decepción, pero nunca una última. Mil veces he pensado estar tocando fondo y en verdad ni lo rozaba.
Y hoy escribo por cada una de las cosas que me hicieron pensar que era así y por cada una de las cosas que me demostraron lo contrario. Por las cosas que buscaba sin darme cuenta de que las tenía demasiado cerca. Por las veces que perdiéndome me encontré.
Por perderte sin perderme y por querer que no vuelvas.
Por las decepciones y las mentiras; por ti, por mí, por ese "nosotros" que no existió; ni creo que exista.
Por todas las noches en vela en las que me acompañabas sin estar conmigo.

Por llorar recuerdos y malgastar lágrimas y tiempo, dejando que ambas cosas me gasten a mí.

sábado, 21 de enero de 2012

Aun quedan huellas invisibles...

Después de un polvo más guarro que largo, ya nadie agarra la guitarra, ni susurra al oído palabras gastadas de amor. Se vestía deprisa, encendía un cigarro, me miraba a través del espejo del baño... A cuántos tienes que herir antes de admitir que la única voz que quieres escuchar, después de mezclar el sexo con amor, está a nueve paradas de metro, ni lo sé, ni me importa hoy. Como en la canción, me pregunto donde estarás esta noche. Aquí no.  Cuando después de sudar ya no se habla de las ciudades que quieres asaltar con seis cuerdas como único equipaje. Abrir los ojos después de un orgasmo que no llega y recordarlo diciendo con un par de huevos, "si tú saltas yo salto", y ninguno de los dos saltó.  La adrenalina en camas separadas, es lo peor del amor cuando termina. Me vuelvo loca entre este millón de canciones que explotan en mi cabeza. Reproches y rencor. Si alguien podía salvarme, hubieras sido tú... Y a veces aún suena rompiendo el silencio de la noche y una armónica me estruja el corazón. Y me acuerdo de ti. Por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más.

jueves, 19 de enero de 2012

Pienso que yo ya vi suficiente.

Sí... Y ahí está, ante vosotros, una pequeña imagen que ojalá nunca hubieseis contemplado. Sí, os ahogáis en vuestro pequeño y oscuro interior intentando buscarle una explicación a lo que vuestros ojos han tenido que presenciar...
Quizás un beso....
Quizás una sonrisa que grita que la necesita...
Quizás una mirada que dice más de lo que cree...
Quizás unas simples huellas en su piel...
¿Sabéis de lo que os hablo?
¿Sabéis de esa sensación en la que no paráis de pensar "por qué"?
Esa sensación la que en vuestra mente solo se concentra la idea de que en qué momento os dejaron solos en un absurdo juego que no conseguís darle final. Esa sensación en la que todo ha perdido el poco sentido que pensabas que tenía. Esa sensación en la que tu corazón se ha parado por un instante y ya no siente ni late de la misma forma. Esa sensación en la que el frío ha regresado a tu interior. Esa sensación en la que no alcanzas a tener consuelo alguno, tan solo de él. Esa sensación en la que nada vuelve a ser igual para ti. Esa sensación en la que buscas sus cálidos abrazos pero no sabes con quién estará. Esa sensación en que te sientes engañada. Esa sensación en la que piensas que ojalá nunca hubieses visto nada....

Es cierto eso que dicen... Tan cierto que tenía miedo a escucharlo en mi débil mente....

"Ojos que no ven... Corazón que no siente..."

martes, 17 de enero de 2012

"They made us believe", John Lennon

Nos hicieron creer que el "gran amor " sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de otro. Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación. Que sólo siendo con personalidad propia, podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los guapos y delgados son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. ¡Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... Cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y cuando estés enamorado de ti mismo, es cuando podrás enamorarte de alguien.

lunes, 16 de enero de 2012

¿Sabes? Me entristece ver lo triste, seca e injusta que es la vida la mayoría de las veces.

Sola, sentada en cualquier esquina de cualquier calle sin más compañía que la de un cigarro, mirando como la vida pasa y yo sigo aquí, estancada donde me quedé hace años, en esta oscura y fría noche que parece que nunca amanecerá. Por mucho que pase el tiempo nada cambia, yo no cambio ni mi situación ni mi suerte tampoco. Pero la vida se agota, los momentos pasan y no se vuelven a recuperar jamás. Hoy es de esos días que me gustaría volver atrás en el tiempo tan sólo para volver a sentir lo que hace tanto tiempo que ya no siento, para no pensar que estoy desperdiciando mi vida con la más miserable y absoluta de las soledades mientras todo el mundo aprovecha las oportunidades para ser feliz. Yo no. La vida no me brinda oportunidades, y dado el fracaso de todos mis intentos yo misma dejé de buscarlas. Pero no hay remedio a la soledad ni arma invencible para luchar contra ella. Es así y punto. Y no por eso significa que la situación sea menos deprimente.

sábado, 14 de enero de 2012

Inventar nuevos horizontes.

Y sí, reconozco que en algunos momentos yo también lloro. Cuando nadie mira, cuando estoy muy sola, cuando sé con toda certeza que no habrá testigos. Poco a poco los ojos me escuecen, los recuerdos inundan mi cabeza y las lágrimas escapan de mis ojos alegres de ser, por fin, libres. Lloro con angustia, con ansiedad, con rabia... Hasta el puto punto de no poder parar, sintiendo que en cualquier momento puedo llegar a ahogarme en mi propia tristeza. Sí, lloro. Pero no, eso no significa que sea débil, significa que llevo demasiado tiempo siendo fuerte

viernes, 13 de enero de 2012

Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead.

Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida, esperando ese algo que falta y que nos hará felices. Y tal vez la respuesta sea que la vida no tiene sentido. Que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podamos decir al final, que nuestra vida valió la pena.

Nadie está a salvo de los aguaceros si donde llueve es en el corazón. Y en el mío, diluvia.

Mira atrás un segundo. ¿Qué ves?
Hace unos años yo era muy distinta. Era tímida, reservada, hablaba poco y reía aún menos. Me costaba mostrarme y se me atragantaban los sentimientos. Alguna vez cayó alguna mentira piadosa, pero era buena chica... No tenía mucha autoestima, pero en el fondo pensaba que era mejor de lo que los demás creían. Tenía la cabeza llena de tonterías, y a los doce años ya me creía algo más madura que el resto. Me moría de vergüenza cuando tenía que hablar en cualquier tienda o restaurante, y casi siempre lo evitaba; y además me daban miedo un montón de cosas, y me rendía con facilidad. Nunca creí en los cuentos de hadas pero si que confiaba en que todo el mundo fuera bueno y cariñoso. No tenía mucho mundo, ni era muy popular; siempre buscaba dar más de mí misma y era muy perfeccionista. Pasaba desapercibida, era poca cosa, y no me importaba demasiado mi aspecto. Me daba pánico hacer el ridículo y por eso me quedé con ganas de hacer muchas cosas. Vivía en una continua espera de algo genial que siempre estaba por llegar...
¿Y ahora? ¿Qué queda de eso ahora?
Ahora... he cambiado un mundo y medio. Soy extrovertida, y a veces incluso atrevida. Hablo todo lo que puedo y me río aún más. Se me siguen atragantando los sentimientos, pero he conseguido aprender a expresarme de una forma más o menos decente. Dejé las mentiras piadosas para convertirme en casi la sinceridad en persona. La autoestima sigue donde estaba, pero ahora pienso que no soy tan buena como todo el mundo cree. Sigo con la cabeza llena de tonterías y, con deciseis años, me niego a aceptar que soy mayor. Al menos, ahora solo me muero de vergüenza en determinadas ocasiones, lo demás lo llevo bien; y el único miedo que conservo es quedarme sola. Sigo rindiéndome con facilidad aunque ahora no me molesto en disimular y, a veces, incluso soy capaz de luchar por algo... si de verdad me importa. También he descubierto que la bondad mundial es un chiste, y la gente no hace más que decepcionarme. He visto un montón de cosas, conozco a muchísima gente... y me importa muy poca. Tengo la sensación de que el número de personas que realmente saben quién soy es inversamente proporcional a mis deseos de que a todo el mundo le guste lo que ve. Y sí, sigo siendo igual de perfeccionista, y nunca me parecerá que doy lo suficiente de mí misma. Pero ya no paso tan desapercibida, y está claro que me preocupo por mi aspecto. Sigue dándome pánico hacer el ridículo, pero cuido cada uno de los pasos que doy para que eso no suceda. Hace mucho que no me quedo con ganas de hacer nada... y jamás me arrepentiré de algo que haya hecho. Vivo con la presión constante de hacer de mi existencia algo genial que valga la pena. Aunque alguna vez haya llegado a pensar que ni siquiera sé si yo valgo la pena.