viernes, 18 de mayo de 2012

Morir lentamente.

Dime que estás cansada de luchar; de ver como la vida pasa a tu vera mientras tú sigues allí, inmóvil como un ser inanimado, sin vida.
Dime que estás cansada de llorar, chillar, sufrir... Y hacerlo sola, en silencio. Intentando hallar todo aquello que no eres sustentándote en un mundo que te promete felicidad eterna, que te hechiza, pero que te roba lo más importante de ti: tu persona, tu vida.
Dime que esto es demasiado para ti. Que te parece que nunca vas a poder salir de este laberinto donde te encuentras perdida y sola. Que a veces, la soledad llega a ser tan fuerte que te cuestionas si vale la pena seguir o dejarse vencer.
Dime que estás cansada de todo esto y muchos más pensamientos y sentimientos que transitan en tu mente a una velocidad acelerada.
Más no me digas: "¡No puedo, esto es superior a mi, me rindo!", porque aquí te equivocas, no te creo, porque querer es poder. No lo dudes.
Quizá mi vida no es otra cosa que un complejo de líneas perfectas, de trazo preciso y exigencia sobre mi persona. Quizá aún no soy la persona fuerte que esperaba encontrar. Quizá, aún no he terminado (del todo) de pasar página de un pasado manchado de dolor y pintado con una paleta de matices grises y negros. Quizá, hoy aún existe el miedo, la tristeza, el dolor, la rabia... Pero a pesar de todo... Hoy he aprendido que dichos sentimientos no van a desaparecer por más comida que restrinja o por más autolesiones con las que me castigue. El secreto está en relativizarlas y encontrar otros modos de expresión. Mi rabia, tristeza o dolor hoy se manifiestan en lágrimas, en mis escritos, en paseos en la playa o en la música. A veces, las teclas de mi piano suenan al ritmo de las últimas composiciones de Beethoven (frenéticas, perturbadas, irritadas...) y otras, llegan a oírse tan dulces y plácidas como la pimavera de Vivaldi.
No soy la niña abierta y bonita que visualizaba en mis sueños cada noche al cerrar los ojos; la misma con la que me evadía durante el día; la personificación de un yo antagónico, rival a mi persona. Pero hoy me levanto por la mañana y cuando abro los ojos mi pensamiento no es aquel "ojalá nunca hubiera despertado", sino que quizá se asemeja más a un "tengo sueño, quiero dormir", pero la vida sigue y el día me espera.
Sigo siendo tímida, me cuesta relacionarme con los demás. Pero no tengo necesidad de andar por la calle con la cabeza agachada, de esconderme de la gente... Porque como alguien me dijo una vez, no soy nadie de quien avergonzarme.
Mi vida no es perfecta, pero del mismo modo que no lo es para nadie. Hay días en que parece que todo te sale bien, que eres capaz de tocar las estrella con la palma de tu mano, pero también existen días en los que te sientes cansada, triste...
Hoy he aprendido que hay pensamientos que no puedes extirpar de tu mente, porque no existen borradores mágicos; aún así, en esos momentos donde de nuevo me pregunto si seguir adelante o volver atrás, pienso en todo el camino recorrido, en las personas que me quieren y a quienes les importo. Y entonces, me doy cuenta que no necesito ninguna balanza para sospesar qué pesa más; la respuesta es muy clara.
No me considero una persona especial ni distinta al resto, me siento una más, simplemente. Aún así soy consciente de mis puntos débiles, de la facilidad en que las cuerdas que sustentan mi vida pueden romperse. Por eso, lucho día tras día y me esfuerzo para que mi vida siga su rumbo y no se pierda de nuevo. Hoy me he dado cuenta que convivir sin confianza, odiándote a ti misma es como navegar sin velas, pues nunca acabas de conocer la dirección exacta del viento ajeno. De que la vida depende de cómo posamos el pie en este mundo y sí, aprendemos caminando, porque el objetivo y el secreto están en ser tu mismo, en construirte. Quizá por eso y a pesar de mi perfeccionismo, hoy cojo mi vida y la desordeno, como un niño a quien le regalan un puzzle de centenares de piezas que no encajan, pero que cada pieza es especial y distinta a las demás. Cada una de ellas destapa una nueva ilusión, un deseo que cumplir, un sueño hecho realidad, una amistad verdadera... Un futuro que por primera vez en mi vida y después de muchos años abre al final de su sendero la luz; un rasgo de cielo azul al que me lanzo.
Ahora y después de esto, no me digas que no puedes, dime si acaso, no quiero, porque como te dije, poder es querer y porque nada es igual según las retinas que lo avisten.






No solo respirar es vivir...

Cuando más creo conocer a las personas de repente, algo falla en algo creo equivocarme porque  se van, se alejan,  salen de mi vida dando a una patada a lo que pensaba conocer de ellos. Es una historia repetible e interminable, una y otra vez ocurre sin que yo pueda evitarlo o hacer nada. Y entonces dejan ese hueco que tenia para ellos en mi corazón vacío se llevan todo lo que lo formaba, como cuando te mudas y te llevas todos los muebles de una casa y esta se queda vacía y sola, un hueco que ya no tiene sentido estar en el,  así se queda mi corazón después de que alguien se marche de el. 
Quedan recuerdos que un día te hicieron feliz, pero ya  no es suficiente solo eso , porque ahora provocan tus lagrimas, lágrimas que aguanta tu almohada, noche tras noche, día tras día o incluso hora tras hora.
Lágrimas que no quitan el dolor, ni el vacio.



Sometimes, I just wanna disappear and see if anyone would miss me.

martes, 15 de mayo de 2012

Si dejara todo ir lentamente quizás las cosas serían más sencillas...

Sigo confiando en que todo esto valga de algo, en que tan solo sea una racha..Pero ya no sé, no sé qué creer o qué pensar, no eres la primera persona que me deja atrás.. Por saber no sé cómo sentirme, es como si todo lo que hubiéramos hecho juntos se esfumase con el aire, como si todas las promesas, las palabras bonitas ya no sirviesen de nada, será porque eran eso, palabras que vienen y van, palabras nómadas que no supimos fijar.Veo cómo haces tus pasos empeñado en seguir otro camino, como parece ser que no quieres que te acompañe y yo sigo sin saber el motivo. Pero ¿sabes? Una se cansa..se cansa y mucho.
Miro atrás y solo veo sonrisas dulces, sonrisas efusivas y encantadoras y ahora, ahora no me queda nada de eso; miro y veo amigos, gente con la que contar, personas a las que querer como hermanos y ahora, ahora solo veo el rastro de sangre que dejó mi corazón tras las mentiras del pasado. Y ya ni siento ni padezco, y ya no pienso, solo me voy quedando atrás con los recuerdos para poder revivirlos uno a uno y saber echarlos de menos a ellos y a ti, que sospecho no tardarás mucho en romper esas promesas que un día me hiciste ¿o es que ya quedaron olvidadas?
Creo que es una sensación de impotencia lo suficientemente desagradable como para desgarrar el alma a la más fría persona, ver como alguien que fue y es muy importante para ti se va, se va y tu te quedas mirando cómo lo hace, poniéndole excusas para retenerle sin que sirvan de nada, preguntándote qué hiciste mal, sin saber donde se quedaron los recuerdos de la amistad y las promesas, sin explicarte por qué tanta gente se fue y ahora que te necesito tu también te marchas...






Voy sintiendo que doy y doy y no recibo, al menos no tanto como lo que doy... Y me siento una estúpida, sabiendo que no te lo haré pagar, que las cosas seguirán así hasta que tú decidas porque soy la imbécil de siempre que no sabe mirar por su bien y que solo es capaz de caminar sobre alambres de espinos, sabiendo que dolerá y continuando su camino.
En fin, me quedaron muchas cosas por decirte, espero que algun día te des cuenta de algo aunque quizá para entonces ya no sea la pobre imbecil que hoy soy, quizá para entonces habré madurado a golpes...

lunes, 14 de mayo de 2012

Momentos refugiados contra el olvido...

Miremos más allá de un Lunes, más allá de un Miércoles o de un Viernes. Olvidemos el tiempo y el lugar, olvidemos las circunstancias, y olvidemos todo lo vivido. Olvida el día en el que me conociste o en el que me dejaste atrás. No puedo hacer nada por cambiar el pasado,ni yo, ni tú, ni nadie. Nadie puede hacer que pase un Lunes más rápido, nadie puede sonreír si no hay motivos para hacerlo...


Las semanas pasan, los meses también, y con ellos el tiempo. Ni el tiempo, ni nadie te va a esperar nunca, ni tú a mi, ni yo a ti. ¿Entonces que harás? ¿Esperarás que pasen mil trenes por delante de ti, te subirás al tren equivocado, o simplemente cambiarás de vagón para no encontrarte jamás con ese rostro? Las oportunidades no regresan, quizás hoy te quiero, y mañana también, pero igual un poco menos, y cada día menos… Ahora que has olvidado todo, recuerda, recuerda las sonrisas y recuerda también el daño que nos hicimos y el que nos hemos hecho. Recuerda todos los malos momentos y coge y pégate mil golpes contra la pared. ¿Te sientes aliviado? ¿O por fin te diste cuenta que por mucho que hagas el pasado no va a cambiar?

Si esperas que podamos volver atrás y cambiar todos nuestros errores, se te pasará el tiempo sin confiar en ti. No podemos cambiar el pasado, pero si podemos vivir el presente y así cambiar nuestro futuro. ¿Además, donde estaría la gracia de la vida, si nadie cometiera errores? No nos haríamos daño los unos a los otros, nadie sufriría, y bla bla bla, más excusas. La vida es caer mil veces, y poder levantarte mil y una. La vida es tropezar y ayudar al de al lado a levantarse, la vida es arriesgar y perder, la vida es arriesgar y ganar. ¿Sabes? Siempre he soñado con poder volar lejos, poder irme de aquí y no pensar en ti, no verte. No puedo verte en sus labios, ni puedo pensar que vas a tener de ella lo mismo que tienes de mi, no puedo pensar que vas a ser uno con otra...




¿Me acompañas? Vámonos lejos de todos, lejos del mundo y de ella. Quiero volar y sentir la libertad en mi pecho, pero no quiero volar sin que nadie me agarre la mano fuerte, no puedo volar sin la seguridad de saber, que si caigo, tú estarás ahí . ¿Y después de todo, te acuerdas de todo lo malo? ¿O simplemente estas deseando volar?

jueves, 10 de mayo de 2012

Tempus fugit irreparabile.

De vez en cuando necesitamos un día. Un día para llorar, para gritar, para odiar y querer al mundo a la vez. Para pensar en lo que ya no está y en todo lo que hemos conseguido. En que el parte ya no dará más tormentas. Un día para coger todo el aire que podamos y respirar muy muy profundo, para preparar cada pequeño cambio en nuestra vida... Y no sé hacia dónde voy, nunca lo sé. Lo que sí sé es que mejor sola que mal acompañada. Aunque a veces tenga la sensación de que todo se desmorone alrededor. Aunque quiera salir corriendo algunos días sólo para asegurarme de que realmente quiero regresar.

Siempre es más fácil hablar de las cosas que vuelven nuestros días de colores sombríos y tristes. Hablar de la lluvia que nos cala los pies y nos mete ese frío desgarrador en el cuerpo, ese que no sale aunque nos arropemos hasta casi no respirar. Es más fácil llorar las palabras, para ver si de alguna forma nos quedamos secos de una vez, para ver si podemos reparar todas las goteras de nuestra cabeza. Pero, ¿y la felicidad? Los días que vuelan porque cada segundo es perfecto. De esos días es más difícil hablar, quizá porque pasan tan pocas veces que preferimos aprovecharlos y dejar el recuerdo guardado bajo llave, por si algún día se vuelve en nuestra contra
.








Queda tanto por delante, escucha a tu corazón...

domingo, 6 de mayo de 2012

The time doesn't heal the wounds

- ''El tiempo lo cura todo''- habremos oido mil veces esa frase, se la habremos dicho a otras personas, nos la habrán dicho a nosotros, o incluso nosotros mismos nos la hemos repetido en más de una ocasión. Pero hoy , despues de dos años me he dado cuenta de la gran mentira que es esa frase, el tiempo no cura las heridas, porque después de estos años has vuelto a mi, a mi vida, a mi mente y a mis ganas.
Has aparecido en mi vida sin avisar, ese dia que nos encontramos de frente y me dijistes ''hola'' mi corazón se paró y desde entonces has invadido mi mente sin previo aviso ocupando mis pensamientos la mayor parte del tiempo, y desde entonces tengo ganas de repetir todo lo que viví contigo, de besarte de abrazarte, de sentirme protegida en tus brazos.



Has roto de una patada la cerradura del baul en el que te tenía guardado en mi corazón, y has vuelto a abrir la herida que dejaste en mi.